México Lindo y Querido - La Danza de los Viejitos

La Danza de los Viejitos

Tradiciones de México
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En muchas partes del país se ejecutan danzas de Hueues, Huehuenches y otras modalidades que derivan de los que antiguamente se dedicaban al Dios Viejo, Dio del Fuego y del Año, Huehuetéotl. De éstas, la más conocida es la del "Los Viejitos" del grupo Tarasco o purépecha que ocupa la región lacustre de Michoacán, con centro en el Lago de Pátzcuaro, y en la Sierra alrededor de Uruapan.

En esta danza, ejecutada con un fino sentido de humor, los danzantes van ataviados con el traje peculiar de los campesinos de esa zona, que consiste en camisa de manta blanca y calzones del mismo material con la parte baja finamente bordada; llevan máscaras de pasta de caña de maíz, madera o barro con facciones sonrientes de ancianos desdentados pero, con el color de la piel rozagante y sonrosado de la juventud.

Al danzar, sus movimientos de viejos achacosos y encorvados se transforman de pronto en alarde de vigor y agilidad, en estruendosos zapateados que contrastan con ataques de tos, temblores que provocan caídas y jocosos intentos de sus compañeros por revivir al accidentado. Con estas mismas características existía desde antes de la conquista.

La versión de la Sierra de Uruapan, donde ha perdido su significado prehispánico, dice que al nacer Cristo y al llegar de todas partes del mundo los fieles a adorarlo con ricos regalos, los viejos del lugar, no teniendo otra cosa que darle, idearon ofrecerle toda la riqueza de su larga vida expresada en una danza. Cuando el Niño Dios los vio, complacido les dedicó una sonrisa.

Una de las mujeres presentes, conmovida por la sonrisa del Niño Dios, se lanzó a bailar y desde entonces les acompaña, es la Mariguía o Maringuilla.

En algunos poblados de la Sierra Tarasca se realiza esta danza durante la estación ceremonial del invierno, cuando se asumen los nuevos puestos de cabildo y cuando se afirman las obligaciones de los santos.

Por lo general se baila el día de Navidad, el día 26 de diciembre, el día de Año Nuevo, el día de la Epifanía y el de la Candelaria. Los danzantes consideran al Niño Dios como el patrón de los viejos.

Los viejos de la Sierra Tarasca son solemnes y espléndidos y se comportan con dignidad. Sus danzas pueden durar horas sin que haya indicios de fatiga en los participantes que son de todas edades. Se les considera personas serias cuyo comportamiento contrasta con el de los payasos que les acompañan y se burlan continuamente de ellos.

Los danzantes usualmente hacen votos para danzar toda su vida a  la Virgen de la Inmaculada Concepción después de pedirle que les restablezca la salud o para tener éxito  en algunos negocios o un viaje. Los niños danzan porque sus padres han hecho los votos en su nombre. Las máscaras de los viejos son por lo general de rostros dulces y tiernos; se dice que deben parecer "gente decente y humilde".

En el pueblo de San Juan Parangaricutiro, cerca de Uruapan, los viejos aparecen por primera vez en la Noche Buena. Al terminar la Misa de Gracia, el grupo de danzantes (unas tres o cuatro docenas) entra en la iglesia y se arrodilla frente a la imagen del Santo Niño.

Después de la misa, los viejos danzan en el atrio de la iglesia y van a la casa de uno de los cuatro mayordomos, donde vuelven a danzar y se les sirve una comida consistente en pozole, atole y buñuelos. Los viejos regresan a sus casas y ahí permanecen hasta la 10 de la mañana, cuando salen para un desayuno de chocolate caliente y pan dulce en casa de uno de los cargueros anteriores. Danzan nuevamente, esta vez frente a la iglesia, en el atrio, en la casa del sacerdote y frente a los edificios municipales. Generalmente el presidente municipal los invita a la sala de recepción donde les ofrece ron y cigarros.

De ahí se dirigen hacia el oeste del pueblo hasta el patio de la capilla del hospital, donde se guarda la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción, y vuelven a danzar. El resto del día danzan en las casas de los cargueros antiguos y actuales. Un conjunto musical pagado por los cuatro cargueros les acompaña. Reciben una cena con aguardiente, consomé de res y col (churipo), tamales de masa de maíz triangulares (kurundas) y pollo con mole (hecho con chocolate, pepitas de calabaza y chile), servida en la casa de alguno de cargueros del Santo Niño. Al terminar la cena se danza otra vez y se trasladan a las casas de los otros cargueros hasta las cinco de la tarde, cuando regresan a sus casas.

En la mañana del día 26, los danzantes continúan la danza de casa en casa hasta la hora de la cena, que toman en casa de un carguero; entonces, la banda inicia la música. Los viejos forman dos filas cara a cara y ejecutan un zapateado. Una pareja enmascarada es la que guía el baile; el abuelo (Varepiti) y la Maranguilla o Maringuía, representada por un hombre, baila entre las dos filas. La Maringuilla da pasos muy cortos y muestra un cinto tejido a mano. También los acompaña un grupo de payasos conocidos como los feos. Los feos imitan la Danza y pronto cambian a bailes de estilo moderno y giran exageradamente. La mujer de los feos lleva un lazo entre las manos. Los feos se burlan todo el tiempo de los viejos y los imitan burdamente, están vestidos con harapos a diferencia de la espléndida ropa de los viejos. El contraste es evidente; los viejos son decorosos, los feos son extravagantes; mientras los primeros son reverentes, los segundos son blasfemos. A estos payasos también les acompaña una pareja "paternal"; el Abuelo Feo (T'arapiti Feo) y la mujer de los feos. El Abuelo feo contrasta con el Abuelo en su comportamiento presuntuoso, tiene un andar pesado; de igual forma, las desenfrenadas propuestas sexuales de la mujer de los feos contrastan con el comportamiento casto de la Maringuilla.

Ningún miembro del grupo de los viejos presta atención a los espectadores. Por su parte, los feos responden con agudeza a la presencia del público interactuando continuamente con él.

Generalmente el acompañamiento es con instrumentos de cuerda, en particular violines.

Fotografía de Eduardo Carmona durante la Expo México Lindo y Querido