México Lindo y Querido - La Talavera

La Talavera

Tradiciones de México
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Tradiciones mexicanas

A fines del siglo XII, los árabes introdujeron a España la loza blanca, antigua cerámica común cubierta de arcilla blanca y barnizada con estaño.

De la región de Mallorca, España, pasó a Italia y de ahí se extendió a toda Europa. Probablemente entre 1550 y 1560 fue traída a América por los dominicos de Talavera de la Reina, quienes fundaron las primeras locerías en la ciudad de Puebla y a quienes también se debe el nombre de Talavera de Puebla. La técnica de la cerámica del Nuevo Mundo no utilizó el vidriado hasta la llegada de los españoles.

Desde el siglo XVI, se instalaron en la ciudad de Puebla, talleres donde se fabricaron objetos de barro esmaltados con plomo y óxido de estaño. Su aceptación y demanda alcanzó, dentro de las colonias europeas, lugares tan lejanos como Venezuela y Perú.  La cerámica estannífera o loza blanca de Puebla, tomó su nombre de la ciudad de Talavera de la Reina, en Toledo lugar de tradición alfarera.

Se puede hacer un recorrido por tres siglos de la mejor alfarería de nuestro país, ejemplificada por variados objetos que van desde jarras comunes, platos y platones hasta los más caprichosos jarrones y lebrillos, importantes elementos de la decoración virreinal. En la Talavera poblana es evidente la influencia de la porcelana china que llegó a México por conducto del Galeón de Manila, produciendo una concepción distinta de formas y decorados que enriqueció la tradición española.

Un aspecto que no se debe pasar por alto es el uso del azulejo como elemento arquitectónico de decoración. Se reconstruyó también una cocina de azulejos en la que además de satisfacer el aspecto ornamental se cumple con los requisitos de higiene, aislamiento e impermeabilización. Hoy, las piezas de Talavera recrean los estilos y diseños de la antigua Talavera, poblanos y españoles, así como motivos indígenas y de art nouveau; alegoría de formas y colores extraordinarios, fruto de la imaginación de los alfareros poblanos.

Debido a la forma artesanal de elaboración y a los materiales que se requieren para su fabricación sólo cinco lugares en la ciudad de Puebla se dedican a realizar la nominación de origen.  Al salir la pieza a del horno debe de mostrar una pureza impecable y única de formas exactas, y sus brillantes colores y dibujos se deben percibir finamente al tacto.