Tradiciones mexicanas
En Yucatán se celebra una fiesta llena de embrujo y colorida felicidad, intensa y excitante.
A esta fiesta se encamina la mestiza yucateca, luciendo su albo y floreado “terno”, deslumbrante en su bordado que irradia los destellos relampagueantes de sus vivos colores y sus circulares y policromos bordados en punto de cruz. Allá va la mestiza, luciendo en todo su esplendor con la cinta de color ajustada a las trenzas cortadas y las joyas que llevan en el cuello, como su rosario, labrado en artística filigrana y adornado con diminutos e innumerables cuentas de coral.
Al iniciar la fiesta entre los flamboyanes y los tulipanes aromados en los aires yucatecos, la graciosa hermosura de la mestiza se vuelve doblemente hermosa, con devoción y misticismo, el rítmico y suave cimbrear del taconeo de sus lindas zapatillas de raso bordado, la mestiza realiza inigualables juegos, con su clásico rebozo de Santa María, el cual la yucateca lleva a las cimas del garbo, la alegría.
