México Lindo y Querido - Biografía de Jorge Negrete

Biografía de Jorge Negrete

Biografías del México del Sigo XX
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Hijo de un militar, Jorge Alberto Negrete Moreno, el charro cantor, nació en Guanajuato, Guanajuato. Fue el segundo de los cinco hijos de Emilia Moreno Anaya y David Negrete Fernández: David (quien fuera su representante y productor), Jorge, María del Consuelo, Emilia, y María Teresa.

Fue educado de acuerdo a las estrictas normas de moral de la aristocracia de la época, con una buena educación y en un ambiente familiar culto. Tanto la familia paterna como la materna eran aficionadas a la música, que era cultivada en reuniones familiares donde cantaban y tocaban diferentes instrumentos.

A los 14 años, Jorge ingresó al colegio militar. En 1930 empezó a estudiar formalmente música (ópera) en la academia de José Pierson y en 1931 abandonó la carrera militar para probar fortuna como cantante, primero con el nombre de Alberto Moreno, para pasar inadvertido a su familia, y después con el de Jorge Negrete. Trabajé en radio en la XERT y en la XEW,... pero no se consolidaba en el gusto del público. (Esta situación se aprovecha en el guion de la película Juntos, pero no revueltos, de 1938, que gira en torno a un joven cantante de ópera que lucha por abrirse camino en los teatros y la radio cantando romanzas y canciones napolitanas, pero que no se consolida en el gusto del público hasta que empieza a cantar música cubana, una de las aficiones casi desconocidas de Negrete).

En aquellos años traba amistad con Emilio Tuero, Chucho Martínez Gil, Gonzalo Curiel, Manuel Esperón, Ernesto Cortázar y Ramón Armengod, poco después con Pedro Armendáriz y Antonio Badú, todos ellos iniciando sus carreras en teatros, radio y cine. En 1935 debutó en la compañía de Roberto Soto, en el teatro lírico: un rotundo fracaso (rememorado en otra película: Caminos de ayer, de 1938, en que es abucheado en una carpa al insistir en un repertorio culto.) En 1936 viajó a Nueva York, formando pareja con Ramón Armengod: The Mexican Caballeros, y coqueteando con la idea de ingresar a la compañía de la Metropolitan Opera House. Por esos días contrajo hepatitis, que, mal cuidada, sería un factor que años más tarde lo llevaría a la muerte a la edad de 42 años. En 1937 regresó a México para trabajar en la película La Madrina del Diablo, junto con María Fernanda Ibáñez (hija de Sara García). (Jorge se enamoró de María Fernanda pero la madre se opuso. Al poco tiempo ella moriría de tifoidea.) La película, cuyo héroe es un bandido generoso, se desarrolla en algún momento indeterminado del siglo XIX, y da un buen marco para que Jorge interprete romanzas de Manuel Sereijo. Regresó a Nueva York pero en 1938 trabajó en ocho películas hechas en México, entre ellas las ya mencionadas Juntos, pero no revueltos, Caminos de ayer así como Perjura, que se desarrolla en 1901 y permite a Jorge lucir sus dotes de cantante de ópera interpretando música de Miguel Lerdo de Tejada. Otra película, El cementerio de las águilas, se desarrolla durante la intervención americana de 1847, y permite a Jorge seguir con un repertorio de música fina, cercana a la ópera, esta vez con música de Alfonso Esparza Oteo. En cambio, en El fanfarrón se viste de charro y aborda el repertorio bravío con canciones de Armando Cornejo.

En 1938, en el rodaje de La Valentina y Juntos, pero no revueltos conoció a Elisa Christy (Elisa Zubarán), con quien se casó en 1940, en Miami. El matrimonio fue de corta duración, y de él nació Diana en 1942, a quien Jorge llamaba «negrita» y cantaba canciones de Cri-Crí.

Nuevamente regresó a Nueva York, pero en 1941 fue contratado para la película ¡Ay, Jalisco, no te rajes! Tanto la película, como la canción de Ernesto Cortázar y Manuel Esperón, llevaron a Negrete al éxito y rápidamente se convirtió en el actor más cotizado. Eso lo llevó a protagonizar una serie de películas que van desde la «comedia ranchera» como Así se quiere en Jalisco (1942), Me he de comer esa tuna (1945), o Hasta que perdió Jalisco (1945); hasta los «dramas» como El Peñón de las ánimas (1942), Historia de un gran amor, (1942, basada en El niño de la Bola de Pedro Antonio de Alarcón), Tierra de Pasiones (1942, basada en Linda, de Miguel N. Lira), El jorobado Enrique de Lagardère (1943, basada en la novela de Paul Feval), Canaima (1945, basada en la novela de Rómulo Gallegos) o En tiempos de la inquisición (1946, sobre la obra La hechicera, de Victoriano Sardou, única producción en que Negrete, buscando demostrar sus dotes de actor, no canta).

Es digno de remarcarse que, aunque abordara principalmente el género bravío o ranchero a partir de ¡Ay, Jalisco, no te rajes! (y la gente lo identifique totalmente con la figura del charro y la música ranchera), Negrete siempre incluía en sus películas una canción fina, de grandes exigencias vocales en extensión y volumen, pero también en elegancia y ternura. Ejemplo de ello son Amor de mi amor de la película No basta ser charro (1945), Vengo a verte otra vez y Asoma tu carita morena, de la película Hasta que perdió Jalisco (1945), Serenata de Canaima, todas ellas de Ernesto Cortázar y Manuel Esperón; O sole mio de E. di Capua, en la película Dos tipos de cuidado (1952), Gratia plena de Mario Talavera sobre el verso de Amado Nervo en la película Tal para cual (1952) y, por supuesto Ojos tapatíos de José F. Elizondo y Fernando Méndez Velázquez, incluida en las películas Allá en el Rancho Grande (1948), Dos tipos de cuidado (1952) y El rapto (1953) y grabada para la RCA Victor en 1948.

Durante el rodaje de la película ¡Ay, Jalisco, no te rajes! conoció a Gloria Marín, con quien viviría 10 años en unión libre, adoptaría una hija, y con quien protagonizaría 12 de sus 43 películas: ¡Ay, Jalisco, no te rajes!, Seda Sangre y Sol (1941); Historia de un gran amor (1942); El Jorobado Enrique de Lagardère, Una carta de amor (1943); Canaima (breve aparición de la Marín), Hasta que perdió Jalisco (1945); En tiempos de la inquisición (1946); Si Adelita se fuera con otro (1948); Siempre tuya (1950); Un gallo en corral ajeno y Hay un niño en su futuro (breve aparición de Negrete) (1951). El loco argumento de esta última película parece ser (patológicamente) inspirado, al menos en parte, en las complejas relaciones de Negrete y la Marín y fue hecha cuando la pareja ya se había separado, se dice que por la infidelidad de la Marín con Hugo del Carril (véase la bibliografía comentada abajo); aunque parece ser que la ruptura definitiva empezó por un romance de Jorge con Elsa Aguirre durante el rodaje de Lluvia roja (1949). La cinta trata de una mujer coqueta, que, paradójicamente, le es fiel a su marido (Abel Salazar, con quien contraería nupcias en la vida real y realizara varias películas cómicas en su mayoría), aún después del divorcio (¿alusión a la separación de Negrete y la Marín? ¿Negación de la alegada infidelidad de la Marín?); y que se empeña en vivir los argumentos de los libros que lee, lo cual sirve para hacer referencia a varias de las películas de la pareja Negrete-Marín, pues ella aparece como María Antonieta (recordando la Francia de Lagardère), la Adelita (que le valiera el Ariel a Gloria) y una ladrona (recordando el papel de Negrete en Un gallo en corral ajeno). También hay una alusión a El niño de la Bola. Negrete aparece cantando en un cabaret, a dúo con Pedro Vargas, «por tu culpa, mujer, por tu culpa / este amor que te tengo divaga / lo rompites por ser insoluta / y por eso la pena me embarga...», mientras la Marín afirma que «ella adora a Negrete» aunque, paradójicamente, es incapaz de saber cuál de los dos cantantes es él... Al poco tiempo de separarse, tanto Negrete como la Marín, que nunca habían formalizado su relación, contrajeron nupcias, con María Félix y con Abel Salazar respectivamente.

De 1944 a 1947, y en 1953, Jorge fue Secretario General de la Anda. Su actuación en el sindicato defendiendo los derechos de actores, músicos y trabajadores del cine, y sus esfuerzos para brindarles asistencia social y médica, ampliamente reconocida en el gremio de actores, ocupó gran parte de su labor a partir de entonces, lo que lo llevó a relegar su carrera como actor, pero sobre todo, su carrera de cantante: sus grabaciones para la RCA Victor, de 1938 a 1953, se recopilaron, por allá de 1959, en tan sólo 7 LP, ¡un promedio de 5.6 canciones grabadas en cada uno de los 15 años de carrera para la RCA! (La discografía que se recoge en los libros, así como las recopilaciones de la RCA son incompletas, tendríamos que agregar unas diez, lo que elevaría el promedio a 6 o 7 canciones al año... que sigue siendo poco).

Como líder sindical, lo admiré sobre todas las cosas, porque creo que no hemos tenido un dirigente igual [...] Lo mejor de mi experiencia de conocerlo, fue vivir la evolución de la ANDA [...]

(Testimonio de Carmelita González, actriz, para la revista Somos.)

[...] su principal logro no fue artístico, sino el haber constituido la ANDA, un sindicato de gran cohesión y necesario, además de que él, como líder, tuvo destacada actuación.

(Testimonio de Gregorio Wallerstein, productor y director, para la revista Somos.)

La lucha sindical, sin embargo, fue enconada y le ganó la animadversión de muchos, que se canalizó a través de injustas críticas a su desempeño como actor o cantante, lo que, obviamente, no tiene nada que ver con su desempeño artístico; pero que dieron lugar a afirmaciones que se siguen repitiendo constantemente, con poco o ningún fundamento, tales como que era "altanero", "descuadrado", "mal actor", que "cantaba fuerte; pero le faltaba sentimiento y ternura".

Fue, sin lugar a dudas, el mejor líder que tuvo el movimiento laboral de la época de los 40; entregándose por completo a su labor en pro de la Asociación Nacional de Actores. Durante los dos períodos al frente del sindicato, sacrificó su carrera, posición económica y salud en pro de la emancipación de los artistas de México.

Visitó varias embajadas y consulados con el fin de conocer el proceso que en otros países se llevó para la formación de sindicatos de artistas.

Algunos de los chistes de Cuando quiere un mexicano (1944) (su insolencia se debía a que los sirvientes estaban sindicalizados y él era el Secretario General del sindicato) y Reportaje (1953) (ella sólo usaría mascarillas cuando su marido estuviera en el sindicato, — ¿Usted sabe lo que es un sindicato? —pregunta ella. — ¡No!... ¡el hígado! —responde él), son incomprensibles sin este contexto.

En 1949 protagonizó en España Teatro Apolo, con María de los Ángeles Morales; película que generalmente pasa desapercibida en México, pero que indudablemente debió haber sido de las más apreciadas por Jorge, ya que en ella interpreta zarzuela, como pocos la han interpretado. También recibió, un premio del diario ABC de España como el mejor actor del año por esa película.

Durante la última etapa de su vida, Negrete, incursionó en la producción cinematográfica como socio de la compañía TELEVOZ, que produjo Dos tipos de cuidado y Reportaje. Para revitalizar su carrera alternó estelares con Pedro Armendáriz en Los tres alegres compadres (1951), Pedro Infante en Dos tipos de cuidado (1952), con Luis Aguilar y María Elena Marqués en Tal para cual (1952) y con María Félix en El Rapto (1953). Asimismo contrajo matrimonio con la Félix en la boda que se «publicitó» como «la boda del siglo». Sin embargo los problemas sindicales lo absorbieron y su salud se deterioró rápidamente. Falleció en 1953 en los Ángeles, California.

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