México Lindo y Querido - Flor Orquidea

Flor Orquidea

Flora y Fauna de México
Typography

Flores mexicanas

Son tantas las especies de orquídeas que existen, todas originarias de México, la América tropical y la ecuatorial, que seguramente muchos países americanos tienen las suyas propias y exclusivas; muchas de esas especies son, desde luego, mexicanas, y sólo Chiapas tiene más de ochocientas especies propias.

En Tuxtla Gutiérrez, capital del estado mexicano de Chiapas, se celebró en 1943 el primer Congreso Mundial de Orquidófilos, convocado por la sociedad americana de amigos de las orquídeas, y en el mostró Chiapas, para asombro del mundo, su colosal riqueza de orquídeas.

Sin embargo, es Colombia, país de la América del Sur, el que tiene en el mundo la mayor riqueza de orquídeas, por su variedad de ejemplares, muchos de ellos tan hermosos como verdaderas joyas vegetales. En las calles de Bogotá se venden esas flores raras como comunes, lo cual también pasa en Caracas, la capital de Venezuela. El botánico Juan Balme afirmó que existen en el mundo unas 20 mil especies de orquídeas, de las cuales la más común y proletaria es la conocida vara de San. José; pero Balme desconoció millares y millares de las orquídeas mexicanas, de las que se calcula existen en nuestro país, casi dos millones de variedades.

Muchas de las orquídeas son parásitas que se adhieren a los árboles y plantas para alimentarse del jugo o savia de ellos, sin preocuparse por sacar su sustento de la tierra. Los climas cálidos y de atmósfera húmeda son de los mejores para la propagación de cultivo de las orquídeas, que en su mayoría se dan silvestres, pero que cultivadas lo son en invernaderos. Los ejemplares más raros que se conocen alcanzan precios fabulosos: una orquídea mexicana (5 bulbos y una guía) se vendió en 10 mil dólares en los Estados Unidos de América. Son bellas especies mexicanas de orquídeas las llamadas: " oncidium tigrium ", de rayas oscuras, como la piel del tigre; Pavo Real o miltionia; Garza Real o E. parkinsonianum; y la Mariposa u odont cervantesi, que semeja alada lepidóptera que vuela entre los árboles, con sus alas llenas de caprichosos colores.

Cuando menos hay en México unas 100 especies propias y exclusivas del país, que no se encuentran entre las orquídeas de otros lugares del mundo. Los indígenas precortesianos cultivaban una especie muy bella, llamada tlilxóchitl. Por otra parte, la ciudad de México fue la primera en el mundo en que se empezaron a cultivar orquídeas en estufas o invernaderos, lográndose con tal cultivo alguna raras especies, las más bellas y valiosas. En México se ha formado un orquidario, en memoria de Eric Oslhumd, botánico sueco que escribió un verdadero tratado sobre las orquídeas mexicanas, en las que descubrió no menos de 100 nuevas especies para la ciencia que estudia esas raras flores.

Entre las orquídeas hay verdaderas maravillas de floricultura, como: la " brasso-laelio catleya", de color púrpura, con sus pétalos tan suaves como el terciopelo; la " laelio-catleya rabiana", una variedad americana de aquella misma flor, pero con pétalos blancos o de intenso color morado; la " hyperium " un híbrido de color café claro, muy apreciada en Europa por su aristocrática belleza. La famosa " orquídea negra ", que posee como ninguna un exquisito y perfume, sólo existe en tierras mexicanas, y fue descrita como maravilla maravillosa flor desde 1615, por Fray Francisco Jiménez, en su obra titulada " Los cuatro libros de la Naturaleza”. Esa famosa orquídea negra es la famosa tlilxóchitl que antes mencionamos, y una de cuyas variedades es la flor de la " vainilla ", producto alimenticio mexicano.

En Milpa Alta, un lugar cercano a la ciudad de México, hasta hace poco se cultivaba una variedad curiosa de las orquídeas en las bardas de las casas. Se trataba de la llamada " flor de calavera " o laelia autumnalis, así llamada porque la flor semeja un cráneo humano. Hay otra hermosa variedad que se cultiva al sur del Distrito Federal y es la chichitic-tepetzauxóchitl, cuyo nombre significa "ramillete rojo en el cerro ", por ser flor montuna y de un hermoso color encendido. La leila grandiflora, enteramente blanca, fue traída de Michoacán, y un ejemplar de esa flor se vendió en 5 mil dólares en Nueva York en 1965.