Nacido en la ciudad de México en el barrio de Chimalpopoca bajo el nombre de Gabriel Siria Levario, fue prácticamente huérfano de padre y madre quien se los dejo de bebe a Valentín Levario, tío del que llegaría a ser Javier Solís.
Creció en Tacubaya y tuvo que trabajar desde pequeño en varios oficios por la muerte de su madre adoptiva y la falta de recursos lo hicieron trabajar de panadero, carpintero, carnicero, cargador de mercados, lava coches y payaso, esto por supuesto hizo que no pudiera continuar con sus estudios pues solamente termino la primaria. Se habla que disfrutaba mucho del boxeo y lo practicó solo a nivel amateur.
Fue hasta los dieciocho años que la música toco a su puerta, incluso lo llevo a ganar varios concursos de aficionados bajo el nombre de Javier Luquín. Y esto fue lo que realmente lo incito a labrar una carrera artística. Primero tomó clases con el maestro Noé Quintero quien le hizo ver que su voz era un tesoro que no podía desaprovechar, por lo que tiempo después formó parte del dueto Guadalajara, y del trío Flamingo que luego se llamó México y ya consiguiendo la debida experiencia se lanzó en su aventura como solista, pero solo lograba cantar en el Tenampa, pues aun imitaba muchísimo a su ídolo Pedro Infante, con el tiempo el haría su propio estilo hasta lograr ser un ídolo para los mexicanos.
Fue en 1955 que Julio Rodríguez, integrante del trío Los Panchos lo recomendó para una audición en la disquera Columbia y fue Felipe Valdés quién lo escucho y termino grabando su primer sencillo a finales de este año, incluyendo canciones como "Por qué negar" y "Qué te importa", el cual le mereció su primer disco de platino el 5 de septiembre de 1957.
Pero Javier Solís aun no dejaba el estilo de Infante e incluso en su entierro interpreto "Grito Prisionero" muy parecida a como la cantaba Pedro Infante y eso hizo que varios productores pensaran que él era un imitador, pero hubo gente como Rafael Carrión y el mismo Felipe Valdés que a base de consejos lograron cambiarle el estilo y lograr el sonido con el que hoy identificamos a Javier Solís, esto se nota en demasía en la canción “Lloraras, lloraras” primera en la cual Solis se adjudica el trono del bolero ranchero y lo hace dar shows en toda América incluido Estados Unidos y España.
El cine y la actuación también fueron algo importante en su carrera pues logra realizar cerca de 34 películas donde su voz lucia en su máxima expresión. Nunca logro el éxito en el cine como lo tuvo Infante o Negrete sin embargo sus cintas recibían buenas críticas.
Grabó más de 320 canciones entre las que destacan “Sombras”, “Payaso” y “Renunciación” aunque seguramente los fans de este gran cantante mexicano pueden decirnos fácilmente una docena más de éxitos.
Muere muy joven a los 34 años de edad el 20 de abril de 1966.
