La famosa Corregidora de Querétaro vio la luz por primera vez en la Ciudad de Valladolid, hoy Morelia en el año de 1768, hija de Juan José Ortiz, fue capitán del regimiento de los morados y murió en acción de guerra, cuando ésta contaba con pocos años de edad. Tras la muerte de su madre, María Manuela Girón, se hizo cargo de su educación su hermana María, la cual solicitó su ingreso en el Colegio de San Ignacio de Loyola, lugar donde aprendió a leer y escribir.
Fue en el año de 1791 que se casó con Miguel Domínguez, quien contaba con muy buenas relaciones con el virrey Félix Berenguer de Marquina, quien por cierto lo nombra Corregidor de Querétaro y es por esto que a Josefa se le conoce como "La Corregidora", esto fue por el año de 1802.
Los Domínguez fueron muy felices y se sabe que tuvieron 12 hijos, sin embargo Josefa por el puesto de su esposo tenía mucho contacto con los problemas sociales de los criollos, que no tenían las mismas oportunidades que los españoles naturales por lo cual fue una férrea defensora de los de su clase, los criollos, sin dejar de revisar los problemas que tenían los indígenas mexicanos. Se dice que mientras fue corregidora hacia grandes obras de caridad.
Fue en 1808 que se produjo la Invasión Francesa a España lo que ocasiono que de este lado del mundo los habitantes de la Nueva España intentaran hacer un gobierno que sin dejar de apoyar a su Rey Fernando VII, se hicieran cargo de los asuntos que a ellos les importaban, como autogobernarse y tener un país por cuenta propia, lo cual sedujo de manera importante Josefa.
Fue el Corregidor quien abrió las puertas de su casa, la cual era visitada por personajes como Allende, Aldama y por supuesto Miguel Hidalgo con quien con el pretexto de tener reuniones literarias pasaban horas hablando de política y estas reuniones fueron posteriormente conocidas como La Conspiración de Querétaro.
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Fue el 13 de septiembre de 1810 que se descubre dicha Conspiración y se le pide al Corregidor que intervenga y pare la situación, él sabía perfectamente quienes y en donde se llevaba a cabo esta Conspiración y qué papel jugaba su esposa, por lo que encerró a Josefa y en un intento de salvar su Apellido y a su familia de las posibles represalias de las autoridades de la corona, decidió que era tiempo de cortar por lo sano y olvidarse de esos aires de libertad. Sin embargo Josefa se las ingenió para notificarles a los implicados e hizo una nota con letras impresas sacadas de periódicos; para evitar que se reconociera su propia caligrafía; y decidió enviársela al capitán Allende a través del alcaide Ignacio Pérez, el cual cabalgó en busca del capitán y al no encontrarle en San Miguel el Grande, entregó la misiva al padre Miguel Hidalgo, por lo que el cura de Dolores adelantó el levantamiento y en la madrugada del 16 de septiembre se inició la revolución independentista mexicana. La cual originalmente estaba planeada para el 1 de octubre de ese mismo año.
El 14 de Septiembre la Corregidora le informó al capitán Arias que Hidalgo se iba a levantar al siguiente día y le pidió que se prepara para la batalla, sin embargo Arias los traicionó y tanto Josefa como Miguel Domínguez fueron aprendidos el mismo día que se dio el grito de Dolores.
En el Convento de Santa Clara fue donde estuvo detenida Josefa Ortiz de Domínguez de la Ciudad de Querétaro, su marido fue destituido pero liberado, a ella se le trasladó a la ciudad de México en el año 1814 y fue recluida en esta ocasión en el convento de Santa Teresa donde se le juzgó y fue declarada culpable de traición, y se le trasladó al convento de Santa Catalina de Sena para pasar su cautiverio.
Y fue hasta el año de 1817 que el virrey Juan Ruiz de Apodaca y reconoció a Miguel Domínguez el derecho a percibir un sueldo por los servicios prestados y liberó a Josefa en el mes de junio.
Y fue en el año de 1822 que Agustín de Iturbide le pide a Josefa Ortiz de Domínguez que forme parte del nuevo imperio mexicano bajo su mando siendo dama de honor de su esposa, Ana Duarte de Iturbide. Para Josefa esto fue del todo intolerable y renunció a ocupar el mencionado puesto, ya que pensaba que la constitución de un Imperio, era totalmente contraria a los ideales por los que se había luchado durante la guerra.
Durante los últimos años de su vida siempre estuvo del lado liberal mientras México era una nación joven que no sabía cómo gobernarse. Fue el 2 de marzo de 1829 que Doña Josefa deja de existir en la Ciudad de México, hoy sus restos están en el Panteón de queretanos ilustres, en un mausoleo construido en su honor en 1847 en el antiguo huerto del convento de la Cruz.
