México Lindo y Querido - La leyenda de Tepamcahuatl (El Rey Abandonado)

La leyenda de Tepamcahuatl (El Rey Abandonado)

Leyendas Prehispánicas
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Leyendas mexicanas

Leyendas prehispánicas

Cuenta la historia que a la muerte de “Iztacoyotl” (coyote blanco), rey de Cuextlán, en el año de 1501 por una mordedura de serpiente, en un lugar que se llamó “coatl mancotl (víbora en el brazo, hoy Cuámanco municipio de Tepetzintla).

Tuvo que asumir al trono, “Tonametl” (rayo de sol) un joven sacerdote rico en sabiduría, en bondad y estrategia bélica, siendo un ejemplo a seguir ya que hizo prosperar en poco tiempo este imperio, intercambiando granos con otros pueblos de la costa y del centro.

Respaldado por el jefe guerrero Nacamacac (El Carnicero), servidor leal y fiel a su rey.

Pero el destino es trágico y cruel, que en el año de 1516, en una aguerrida batalla, por el rumbo de “Huexotlan o Huejutlan” (donde abundan los sauces) en un  lugar que se llamó “Huazalingo” (lugar que arde o en llamas) contra los Aztecas al mando de Moctezuma Xocoyotzin (el jovencito sañudo de aspecto serio) acompañado por Cuitláhuac (excremento seco) general del ejército Mexica.

Muere Nacamacac  y deja en total abandono al rey Tonametl, que por este acto le empezaron a llamar “Tepamcahuatl” (el rey  abandonado).

Tonametl se vio en la necesidad allá por el año de 1517 de buscar entre sus guerreros a alguien que pudiese sustituir a Nacamacac.

Este vio muchas cualidades en “Yaotl Texiscóatl” (el guerrero huevos de serpiente), a este guerrero le dio toda su confianza y autoridad para velar por el bien de Cuextlán.

Solo que al poco tiempo Texiscóatl se sintió con gran poder, siendo tentado por “Nécoc Yaotl” (guerrero sembrador de discordias en ambas partes, quizás Tlahuelilo o el diablo).

Texiscóatl se insubordino y lo desconoció como rey, apresándolo junto con Huisnopala (espina de nopal)  y con sus más fieles sirvientes.

Tonametl ayudado por algunos indígenas logro huir de su cautiverio, también con sus sirvientes  a un lugar de la sierra, que se llamó  Huecapantepetl (arriba, o en lo alto del cerro).

Lugar al que los españoles bautizaron como San Juan N.  Troncoso, hoy San Juan “Kotontoctepetl” (cerro partido o sierra separada), donde estuvo refugiado hasta la llegada de los españoles.

En el año de 1533 llega hasta  Cuextlán una caravana de exploradores religiosos agustinos al mando de Fray Francisco de la Cruz, Fray Agustín de la Coruña y Fray Jerónimo Jiménez.

Caravana que fue asaltada por: Huisnopala,  Tonametl y sus sirvientes despojándolos de una campana como de 50 cm. de grande y una medalla con la figura de un gallito de oro como de una pulgada de grande.

Luego emprendieron veloz huida de Huecapantepetl, por la zona de Tamoanchan, refugiándose en aldeas que antes dominó, pero era muy buscado por indígenas y españoles.

Acto que lo obligo a buscar un refugio seguro, en una cueva cerca de La Laja a la que llaman la casa abandonada “Ichancahuatl” pero también después la abandono por la proximidad de sus enemigos.

Hasta encontrarse un lugar muy apartado, donde construyó la aldea más pequeña y nueva de toda la Huasteca.

Allí ordeno que le tallaran una escultura para saber qué tipo de animal se había llevado a Texiscóatl.

Esculpiendo una cabeza de caballo que probablemente está enterrada junto a la campana y al gallito de oro.

La pequeña aldea fue llamada “Teopamcahuatl” (templo abandonado), que cuenta con siete estructuras piramidales, muy cerca de un lugar conocido como “El Ixtle” (significa obsidiana) donde el rey murió víctima de una pulmonía.

Después su fiel guerrero llamado “Huisnopala” (espina de nopal), partió tristemente y solo del lugar que no se volvió a saber de él, que se piensa que lo devoro Mitlantécuitl.

Según las gentes del lugar han escuchado la campana sonar y al gallo cantar cuando hace norte o cuando llueve.

También la han escuchado cuando termina el año a las 12 de la noche.