Caudillo Insurgente que nació en 1783 en Dolores, Guanajuato. Antes de la guerra de independencia servía como capitán en el regimiento de Dragones de la Reina, que guarnecía la villa de San Miguel, luego con la conspiración de Querétaro que encabezaron entre otros Allende y Juan Aldama y la de Valladolid, hoy Morelia, Abasolo se fue del lado independentista.
Como todos sabemos algunas de estas conspiraciones trajeron arrestos a todos aquellos que se inmiscuían en ellas sin embargo Allende y Abasolo, estando libres, siguieron conspirando, ahora en torno al corregidor de Querétaro, Don Miguel Domínguez, y de su esposa, Doña Josefa Ortiz.
Abasolo fue un bastión para el movimiento independiente ya que como era rico, ayudó principalmente a la causa de la insurgencia con dinero y bienes de fortuna, aunque no realizará grandes acciones heroicas en la lucha armada.
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Abasolo fue de los capitanes de Hidalgo que se lanzó a la lucha desde la madrugada del 16 de septiembre teniendo como encargo apoderarse de las armas que se encontraban en el arsenal del cuartel, y distribuirlas entre los insurrectos. Cosa que logró de manera desordenada por la turbia enaltecida por buscar la libertad que les prometía el Cura de Dolores.
De ahí a San Miguel el Grande donde Abasolo les entregó las armas del cuartel, marcharon los insurgentes a Celaya, ciudad que tomaron sin encontrar resistencia alguna, en la que Hidalgo recibió de sus tropas el nombramiento de capitán general, Allende el de teniente general, quedando a los demás cabecillas, entre ellos Abasolo, como capitanes de las huestes, grado que ya tenía en el ejército virreinal.
La campaña de los insurgente siguió y Abasolo seguía en los mandos principales del ejército de liberación incluso formó parte esencial de las batallas que Hidalgo dirigió en el Monte de las Cruces, Aculco y Puente de Calderón, este último fue el decisivo, cuando Calleja derrotó a la insurgencia. De ahí salió con los demás caudillos hacia el norte del país, a buscar adeptos y apoyo en los Estados Unidos de Norteamérica. Pero el 11 de marzo de 1811, en Acatita de Baján, Coahuila, fueron aprehendidos todos los jefes Insurgentes, entre ellos Abasolo. Él no fue fusilado, como los demás, en Chihuahua, sino enviado prisionero al castillo de Santa Catalina, en Cádiz, España, donde permaneció durante varios años, muriendo el 14 de abril de 1816.
