El cine mexicano de la época de oro fue una referencia a nivel mundial gracias a la visión del director Emilio “Indio” Fernández y a uno de sus actores de cabecera como lo fue el gran Pedro Armendáriz.
Este actor nacido en la ciudad de México en el año de 1912, es parte de los iconos de la gran época dorada del cine nacional, su personalidad y fuerza histriónica lo hicieron uno de los favoritos del público. Por ser hijo de padre mexicano y madre estadounidense se le facilito a lo largo de su carrera tener muchas oportunidades de trabajo, pues en aquel entonces era muy difícil encontrar a un actor bilingüe en cualquiera de los dos países.
Debuta en 1935 en la película María Elena, también trabajó con Roberto Gavaldón donde su figura levantaba cualquier cantidad de sentimientos pues los encuadres de Gavaldón eran conocidos como trazos pictóricos pues el protagonista de la cinta siempre era respaldado por un hermoso y bello paisaje, generalmente de la provincia mexicana. Pero sin lugar a dudas fue con el “Indio” con quien se adaptó mejor hasta lograr ganar el Ariel con la película Enamorada.
Pedro Armendáriz enamoraba a la cámara, o eso decían sus compañeros que lo veían actuar, era el arquetipo del hombre varonil, aquel que con su mirada profunda y vestido de charro, o de fuerte indígena era capaz de dominar a una audiencia con un solo gesto.
En lo que respecta en su carrera en Hollywood tenemos que destacar peliculas como The Fugitive (Los fugitivos, 1946-1947); Fort Apache (1947); Three Godfathers (estrenada en español como Los tres alegres compadres, en una nueva versión que reunía, además, a Jorge Negrete y Andrés Soler, 1948) y John Huston We Were Strangers (Eramos extraños, 1949). También participó en numerosas producciones europeas.
Otro de sus grandes éxitos fue María Candelaria y por la cual obtuvo la palma de Oro del Festival de Cannes como el mejor actor. También ganó el León de Oro de Venecia.
