Animales mexicanos
Todos en México hemos oído alguna vez sobre la Mariposa monarca, ¿Pero realmente sabes algo acerca de esta belleza que la naturaleza nos regala? La realidad es que a pesar de ser un visitante distinguido en el país, no hay una cultura de su protección como tal, a pesar de que cada vez más los esfuerzos se multiplican. Te invitamos a leer un poco más sobre este bello ejemplar y que pienses en ser el próximo anfitrión de su visita en tierras mexicanas.
Este hermoso insecto, se caracteriza por su resistencia y longevidad, pues mientras otras especies de mariposas tienen un ciclo vital de 24 días, la monarca llega a vivir hasta nueve meses, es decir, 12 veces más. Aprovechando estas características, la mariposa monarca es capaz de viajar más de 4 mil kilómetros (desde Canadá y Estados Unidos de América) hasta los bosques de oyameles de los estados de Michoacán de Ocampo y México.
Cada año, entre octubre y marzo, las mariposas monarca encuentran en los bosques mexicanos las condiciones ideales para desarrollarse y aparearse: altitud (2 300-3500 mts. sobre el nivel del mar), temperatura, humedad y exposición a los rayos solares, entre otros. Recorren alrededor de 120 mil metros por día y realizan su viaje en 33 días, aproximadamente. A finales de marzo, cuando alcanzan su madurez, emprenden su viaje de retorno a los países del norte.
Las mariposas monarca utilizan varias rutas migratorias: las que llegan a México vienen de la zona ubicada entre las Rocallosas y los Grandes Lagos, bajan por La Sierra madre en su parte Oriental entran al Altiplano por las montañas más bajas y llegan a los estados de México y Michoacán de Ocampo. Otras, viajan de la zona ubicada entre el Océano Pacífico y las montañas Rocallosas, hacia el estado de California y aquellas que habitan entre el Océano Atlántico y los Grandes Lagos cruzan los estados de Carolina y Florida para llegar a Cuba.
Los santuarios de la mariposa monarca en México se encuentran en:
Cerro Altamirano
Cerro Pelón
Sierra Chincua
Sierra del Campanario
Cerro Picacho
Chivati-Huacal
Los santuarios brindan refugio a plantas y animales. Son espacios para especies que están en peligro de extinción. Se ha estimado que cada uno alberga entre 7 millones y 20 millones de mariposas. En México, el compromiso con estos visitantes es conservar el hábitat que requieren; para ello, entre otras cosas, es conveniente contar con series de cartografía de recursos naturales, en otras palabras, mapas que muestren los cambios que sufre la cubierta vegetal a lo largo del tiempo. Esta información es una herramienta muy útil para planear las acciones de cuidado ambiental.