¿Quién no soñó alguna vez cuando fuimos niños con ser algún tipo de héroe?... ¿quién no creció viendo Batman y el hombre araña y se puso una máscara, una capa y comenzamos a volar por encima de la cama? Además por si esto fuera poco, para los aficionados de la lucha libre ¿a quién no lo llevaron a las arenas a ver a esos ídolos de carne y hueso con máscaras y trajes que nos transportaban a un mundo lleno de fantasía?
Creo que ningún niño se escapó de este sueño de ser un gran superhéroe; pero hay viene lo más fantástico de esto, ¿qué?... Batman, Superman, el hombre araña y muchos más superhéroes de la televisión jamás se pudieron salir de las caricaturas, ya que ellos solo existían ahí pero... ¿qué me dicen de los héroes de la lucha libre?
Todos son héroes de carne y hueso, mas sin embargo, hubo un primer superhéroe de carne y hueso que además de luchar en el ring lucho además contra vampiros, muertos vivientes, brujas, el hombre lobo, la llorona, malvados seres de otro mundo y contra todo tipo de monstruos que atemorizarían hasta al más valiente, ¿ a quién me refiero? Nada más y nada menos que a la leyenda plateada, santo: el enmascarado de plata.
Hablar del santo es hablar de toda una figura de la lucha libre mexicana, pues él fue una máxima inspiración para muchos gladiadores y fue uno de los primeros en darle una gran importancia y misterio a la máscara, pues aunque antes de él existieron pocos enmascarados ninguno le dio la importancia y ninguno la defendió como el, prueba de ello es que el santo murió con la máscara puesta después de defenderla infinidad de veces, además el mundo se enteró de quien se escondía bajo su máscara plateada solo después de su muerte, solo la muerte dio a conocer el nombre del santo: Rodolfo Guzmán Huerta.
Pero volviendo al fantástico tema de los superhéroes, el santo fue una gran inspiración para que surgieran los monitos de plástico en forma de luchador y todos con la máscara de él, además fue protagonista y gran pionero de los comics, películas de lucha libre, las cuales fueron más de 50 y como trofeos más de 50 máscaras y cabelleras no se diga, su carisma con los niños fue incomparable, fue además nuestro único héroe mexicano, pues mientras los mencionados héroes americanos como Batman y compañía se daban en la torre con los malvados, el santo hacia lo mismo aquí en México en el ring y en sus películas, lo grandioso de esto y la gran diferencia es que los héroes del salón de la justicia solo existieron en la mente de nosotros, más en cambio el santo, el luchador- héroe, vivo entre los mortales y aunque no fue el único luchador que lucho contra monstruos y muertos (porque después de él le siguió Blue Demon, mil máscaras, rayo de Jalisco, los campeones justicieros, etc.) Si fue el primero, así como también nuestro primer gran héroe mexicano de carne y hueso, sin duda alguna, nadie podrá igualar a la máxima figura de la lucha libre en México: santo; el enmascarado de plata.
