Pueblos típicos de México
Es increíble saber la verdad sobre todo lo que se cuenta de un pueblo en clavado en la sierra de Catorce, en el estado de San Luis Potosí, al norte de México.
Dicen los que saben que a 2750 metros de altitud y cuando la principal vía de acceso es a través de un túnel de 2300 metros de longitud todo puede pasar. Y no se equivocan pues Real de Catorce ofrece una aventura inolvidable a todo aquel que lo visita.Es en 1779 debido al descubrimiento de ricas minas de plata, que se funda este pueblo lo cual motivó a que muchos caza fortunas llegaran al lugar en busca de suerte. Se desató una verdadera fiebre de plata en medio de condiciones totalmente desfavorables. Era un lugar realmente peligroso, no existían caminos, no había por que quedarse ahí, solo la ambición de la plata mantenía a la gente por esas tierras. Imagínate no había ninguna autoridad que se ocupara realmente de hacer respetar la ley. Por lo que había una serie de delitos muy comúnmente. A esta situación le vino a poner fin Silvestre López Portillo de descendencia española y nacido en Guatemala. Fue él, quien fundó el entonces denominado Real de Minas de Nuestra Señora de la Limpia Concepción de Guadalupe de los Álamos de Catorce, hoy conocida como Real de Catorce.
Las vistas espectaculares son características de este lugar que el visitante puede disfrutar si se aventura a caminar por las muchas veredas y gozar de su aire puro. Real de Catorce se localiza en una de las más altas del altiplano mexicano, con cumbres que rebasan los 3,100 metros de altura. Real de Catorce pasa en la actualidad por un periodo de transición y prosperidad debido a la promoción turística del gobierno y a la popularidad que le han proporcionado algunas filmaciones de películas hollywoodenses.
Es en 1810 cuando Real de Catorce experimentó su primer periodo de auge. La riqueza de sus minas se volvió legendaria y eso ocasionó que muchos extranjeros, sobre todo de origen español, ocurrieran al lugar para abrir florecientes comercios e invirtiendo sus capitales en la explotación de las minas. La producción de plata del Real, contribuyó considerablemente a que México fuera uno de los más grandes productores, pero ante tanta explotación el pueblo se fue quedando sin atractivos hasta que casi fue abandonado.
Sin embargo hoy infraestructura turística ha mejorado considerablemente en calidad pero existen algunos problemas y tienes que estar preparado para visitar el pueblo pues en él no hay bancos ni casas de cambio. Su ubicación en relación a las principales ciudades del país y lo impredecible del clima lo preservan del turismo masivo y de una expansión desmedida de la población.
No obstante, unos cuantos extranjeros sobre todo europeos, así como unos cuantos mexicanos procedentes de otros estados del país han hecho de Real su casa, contribuyendo activamente al desarrollo y al crecimiento del pueblo. Real de Catorce ha dejado de ser un pueblo minero, pero se mantiene como un centro de peregrinaje importante siendo destino y testigo de diferentes tipos de peregrinaciones. En otros palabas es el punto en el que confluyen decenas de miles de fieles que se dan cita año con año en la Parroquia de la Purísima Concepción para visitar al milagroso San Francisco de Asís, patrono de Real; los Huicholes recorren kilómetros para entregar sus ofrendas al cerro del Quemado, centro ceremonial al oriente de su geografía místico-religiosa, donde según sus creencias ancestrales nació el Abuelo Fuego (Tatewari), además de recolectar en Wirikuta (el bajío de Catorce, impropiamente llamado desierto) su alimento sagrado: el mágico cactus que ilumina su camino y su conciencia, el peyote (híkuri); y también la peregrinación de mucha gente de todas las edades y nacionalidades que motivada principalmente por los libros de Castañeda, en la búsqueda de un camino de corazón, recorre miles de kilómetros para llegar a este lugar sagrado y experimentar la comunión mística con el mágico cactus.
