Vacaciones en Veracruz
Es sin lugar a dudas, un sitio mágico, lleno de espacios bellos e históricos, además que se come delicioso.
Empecé mi recorrido por su alameda principal, el bello Parque 21 de mayo. Rodeado por sus edificios proveniente de los siglos XVII y XVIII, el solo pararte en su centro te hará volar al pasado. Un detalle muy lindo de este parque es que está musicalizado, y aunque parezca algo menor, tu caminata será muy agradable con esas notas.
Luego, siguiendo las instrucciones que me daban mis padres, conocí la Catedral del Sagrario de la Inmaculada Concepción, ellos me decían que viendo la iglesia principal de cualquier lugar te dabas cuenta de la pasión que había en ese sitio. Puedes apreciar sus amplios corredores con espectaculares arreglos florares y sus diferentes altares siempre limpios y con grandes muestras de cariño hacia sus santos. Si no eres creyente, como yo, no importa, la iglesia es muy bonita y disfrutarás su arquitectura.
Salí de ahí y me fui al Museo del Café. Este recorrido te muestra la historia y el proceso que tiene esta deliciosa bebida. Las instalaciones, son modernas, limpias, interactivas y te abren las puertas de manera sencilla, pero interesante, del mundo del café. El recorrido es de aproximadamente una hora y al finalizarlo, te dan un exquisita cata de café y las diferentes formas de saborearlo.
Para cerrar el día fui al maravilloso Portal de Zevallos. Ahí en su parte baja hay un restaurante con comida típica, en su parte superior hay un restaurante bar y espectacular hotel llamado Casa Zevallos. Este sitio es muy especial, ya que allí se firmaron los Tratados de Córdoba que liberaron a México de ser una colonia española. Disfruté de una muy buena comida a un precio muy accesible y terminé con un postre y, por supuesto, con un exquisito café de Córdoba.
Así fue mi tarde en este histórico sitio, espero que cuando vayas, mi experiencia te sirva de algo.
