Nació en el año de 1755, fue un militar y político español que defendió los intereses de la corona y se impuso por mucho tiempo a la sublevación de los insurgentes que buscaban la independencia de México.
Derrotó en la famosa batalla de San Jerónimo Aculco a las tropas de Miguel Hidalgo, lo que a la postre permitió a Calleja tomar Guanajuato, y en 1811 Guadalajara tras la sangrienta victoria de Puente de Calderón.
Pero se le recuerda también por su crueldad y eficacia para detener a José Maria Morelos en 1812.
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Se le consideraba el salvador de los intereses españoles en el nuevo Mundo por lo que fue nombrado Virrey en 1813 y formó un poderoso ejército con cerca de 40.000 hombres con el que persiguió y casi líquido a los insurgentes.
Su mayor triunfo dentro de la guerra de independencia fue capturar a José Maria Morelos en noviembre de 1815.
Se decía que uno de sus preferidos era Agustín de Iturbide y que como jefe militar el Dragón de Hierro como era conocido Iturbide era muy cruel, por lo que Calleja fue acusado de encubrir las atrocidades de Iturbide y tuvo que dejar su virreinato por órdenes que llegaron desde España en 1816, lo cual lo hizo regresar a su país natal.
Ya en España en 1818 le fue concedido el título de conde de Calderón y se le nombró capitán general de Andalucía. Cuando por fin se disponía regresar hacia la Nueva España en 1819 se produjo en Cabezas de San Juan la sublevación liberal de Riego y fue detenido todo el tiempo del Trienio Liberal.
