Monumentos de México
Actualmente el Ángel es considerado por los mexicanos, como un símbolo de la victoria, por su ubicación se transformó en un foro de expresión política, social y amorosa y es sin lugar a dudas un atractivo que no te puedes perder en tu visita a la Ciudad de México.
Si te gusta disfrutar de las alturas, ven a deleitarte de una hermosa vista desde el Ángel de la Independencia. Te puedes inscribir a las visitas guiadas gratuitas que organiza la Delegación Cuauhtémoc son todos los sábados a partir de las 12:00 horas. tendrás la oportunidad de dar un recorrido en el mausoleo y recordar a nuestros héroes que dieron su vida para lograr la Independencia de México y que ahora reposan ahí sus restos.
El Monumento a la Independencia, está hecho por un conjunto de esculturas, la figura que lo remata es la que le da el nombre popular de: el Ángel. Figura de bronce recubierto de oro, esculpida por el italiano Enrique Alciati, tiene una larga y accidentada historia. Porfirio Díaz propuso la construcción del monumento y se pensó ubicar, inicialmente, en el centro de la Plaza de la Constitución. Después de varias propuestas, fue inaugurado el 16 de septiembre de 1910, durante los festejos por el Centenario de la independencia.
El monumento presenta cuatro estatuas colocadas en cada esquina, esculpidas en bronce color negro y un cuerpo escultórico formado por un león y un geniecillo con peso de 5.5. toneladas, también de color negro. Las figuras femeninas son estatuas sedentes de 3 toneladas de peso cada una, y representan la Paz, la Ley, la Justicia y la Guerra.
El león cargado de laureles y guiado por el geniecillo, simboliza la fuerza del pueblo por la inteligencia de la ley. El segundo nivel aloja las estatuas en mármol de José María Morelos, Vicente Guerrero, Francisco Javier Mina y Nicolás Bravo, se observan además dos figuras femeninas que representan la Patria y la Historia. Miden entre 3.40 y 3.74 metros cada una y tienen un peso aproximado de entre 3 a 5 toneladas.
La estatua del Ángel fue derivada por el sismo del 27 de julio de 1957. Los trabajos de restauración los hizo el escultor José María Fernández Urbina. Se colocó nuevamente en su sitio el 15 de septiembre de 1958. Desde entonces el monumento ha "crecido" en altura, pues mientras los terrenos de alrededor se han hundido a consecuencia de la extracción del agua, el monumento ha mantenido su nivel original, dando la apariencia de que gana altura, gracias al acierto de su cimentación calculada por el Ing. Gonzalo Garita. Para compensar el hundimiento del nivel del piso que rodea al monumento y facilitar su acceso, se le construyó una escalinata que a la fecha consta de 17 escalones.
