México Lindo y Querido - Córdoba, Veracruz

Córdoba, Veracruz

Grandes Ciudades de México
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Grandes ciudades de México

Córdoba es una ciudad mexicana enclavada a la orilla de la cordillera montañosa de la Sierra Madre Oriental y en la parte sur de la región montañosa del estado de Veracruz, es cabecera del municipio de Córdoba.

Comparte junto con Fortín una gran zona de la provincia. Córdoba es una ciudad de grandes contrastes sociales, desde los elevados niveles de vida de la clase alta hasta las colonias de clase media baja de las orillas.

En esta zona se localizaba la ciudad mesoamericana de Toxpan, de la cultura de los Olmecas rurales, que en la actualidad se encuentra en restauración, y que hoy queda enclavada en la colonia cordobesa del mismo nombre.

Córdoba es una ciudad comercial donde tienen su residencia algunas empresas grandes de inversión local; sin embargo, precisando un poco; algunas de estas grandes empresas son propiedad de grupos de inmigrantes que llegaron durante finales del siglo XIX y principios del XX. La ciudad se encuentra bien comunicada con la capital de la república y el puerto de Veracruz por autopistas y carreteras libres.

La mayor parte de la población de Córdoba es de religión católica, por lo que puede inferirse que gran parte de su moralidad se fundamenta en esta religión. Además cuenta con la Catedral de la Inmaculada Concepción y un Obispo permanente (su categoría de Catedral fue otorgada en el año 2000), además de tener una gran cantidad de parroquias y capillas en muchas de sus colonias. También es posible encontrar templos de otras vertientes del cristianismo (la luz del mundo, presbiterianos, entre otros).

La historia de la ciudad está llena de contrastes y principalmente explicada mediante la "historia de bronce", es decir, gran parte de su explicación está basada en héroes y exaltan una especie de orgullo por los personajes y sucesos importantes. Además no existe una obra general que contenga una historia de Córdoba desde su fundación hasta nuestros días ni mucho menos puede esperarse una explicación de los procesos históricos que ha tenido en al ámbito político, social, económico y cultural.

Independientemente de este problema, la historia de Córdoba puede guiarse a través de tres grandes sucesos: Su fundación, la batalla del 21 de mayo y la firma de los Tratados de Córdoba.

Así, comenzando con la fundación de Córdoba, diremos que tuvo lugar en el año de 1618 debido a los ataques y asaltos que los negros cimarrones encabezados por Yanga, realizados en el camino real Veracruz-Orizaba-México, obligaron a los españoles a fundar una población cerca del sitio de los esclavos a fin de proteger a los súbditos fieles y a los intereses reales. Otro de los factores que favorecieron a su fundación fue su ubicación geográfica y el clima favorecedor a la práctica agrícola. Así, durante el siglo XVIII y cuando las reformas Borbónicas cambiaron las divisiones territoriales, conocidas como provincias, a intendencias, Córdoba era una villa cabecera de la subdelegación homónima, perteneciente a la intendencia de Veracruz. Es interesante observar que la villa de Córdoba quedaba cerca de donde se producían los ataques de negros cimarrones, es decir, cerca del pueblo de San Lorenzo -que actualmente conocemos por Yanga.

Cuatro vecinos procedentes de Santiago Huatusco (es decir, lo que ahora correspondería a las cercanías de San Juan de la Punta -Cuitláhuac, en la actualidad- y Cotaxtla. No confundir con San Antonio Huatusco, que corresponde al municipio que conocemos actualmente): Don Juan Cristóbal de Miranda, Don García de Arévalo, Don Andrés Núñez de Illescas y Don Diego Rodríguez, solicitaron al Marqués de Guadalcázar, Diego Fernández de Córdoba, Virrey de la Colonia y a quien debe su nombre la ciudad, la fundación de Córdoba, autorizada por el rey de España Felipe III, el 29 de noviembre de 1617. El establecimiento de la población se realizó en las Lomas de Huilango por 30 jefes de familia, de ahí la histórica denominación de “La Ciudad de los 30 Caballeros”.

A partir del siglo XVI en la que se atribuye a Treinta Caballeros -hombres de origen español- la fundación de la villa de Córdoba; por Cédula Real, se le concede además el título de villa; por lo que implicaba que la mayoría de la población sería de origen español. Los demás asentamientos, como serían: San Juan de la Punta, Amatlán, San Lorenzo, y otros que quedaran fuera de la villa de Córdoba, corresponderían a pueblos de indios.

Su desarrollo como zona comercial le fue creando cierta importancia: tanto la ubicación geográfica y su cercanía con el puerto de Veracruz así como los constantes intercambios con los alrededores se la fueron creando. Durante el Porfiriato; y como consecuencia del auge del comercio del café a finales del siglo XIX; Córdoba adquirió mayor importancia económica y esto se vio reflejado en el paso del primer ferrocarril de la República que enlazaba directamente al puerto de Veracruz con la Ciudad de México. Antes de este suceso su participación activa en varias guerras y luchas internas, entre ellas la de Independencia le dio un realce que desembocó en su participación en la firma de los Tratados de Córdoba, en la Guerra de Intervención Norteamericana, la Revolución. La batalla de Córdoba (1821), que, se reitera, fue la última batalla por la Independencia y gestada un 21 de mayo del año mencionado hace que cada año, en esa misma fecha, actualmente sea celebrada como día festivo local.

Durante la guerra de Independencia en 1821; los cordobeses hicieron resistencia a las fuerzas realistas del coronel Manuel Hevía, en defensa del Plan de Iguala y del Ejército Trigarante. El 24 de agosto de 1821, se reunieron en la población cordobesa: Agustín de Iturbide, Jefe del Ejército Trigarante y Juan O'Donojú, último virrey de la Nueva España, para firmar Los Tratados de Córdoba, mediante los cuales se daba fin a la guerra de Independencia.

Por decreto de 29 de noviembre de 1830 se le otorgó categoría política de Ciudad; por decreto de 1880 se le concede el título de Heroica. La ciudad de Córdoba fue declarada capital del Estado en 1916.

Al crearse el municipio de Fortín en 1930, Córdoba contribuyó con las congregaciones Monte Blanco, Zapoapita y Tlacotengo.