De igual manera Morelos nos regala joyas arquitectónicas de un pasado riquísimo, tanto en historia como en tradiciones que nacieron en estos lugares.
Aquí en estos muros se refugiaban los ejércitos tanto Nacionales, como Zapatistas durante sus crueles batallas revolucionarias. Las Haciendas del Estado son un gran destino que no te puedes perder. Y la primera que te vamos a recomendar es “La Hacienda de San Antonio Atlacomulco”. Hoy en día funge como un Hotel, este edificio está ubicado a las orillas de Cuernavaca fue fundado en el Siglo XVI y adquirido por Martín Cortés. Operó como productora de azúcar y alcohol en el siglo XIX y XX. Posteriormente fue comprada por particulares para convertirla en hotel. Aún se pueden ver el trapiche y objetos antiguos.
Una de las más famosas es “La Hacienda Cocoyoc” una belleza de estilo colonial que se fundó en 1660 y fue considerada en los siglos XVIII y XIX como una de las más importantes del país por sus volúmenes de producción azucarera. Tras muchos cambios durante su historia, en 1957 fue adquirida por particulares, los que hasta la actualidad en un área aproximada de 28 hectáreas operan un hotel de categoría 5 estrellas con spa y campo de golf, así como también han dado impulso al lugar para el desarrollo de convenciones. Una de las poblaciones más famosas del centro de México es Chinconcuac que también te regala un fabuloso edificio histórico del siglo XVIII que procesaba caña de azúcar, sobresale por sus arcos de acueducto aún en funcionamiento.
“La Ex hacienda de Chinconcuac” ha sido escenario de un sin número de producciones cinematográficas y televisivas, asimismo es empleada para eventos especiales hoy es propiedad privada. Una de las más pequeñas es “La Hacienda de Cuautitla La Luna” que en la antigüedad sirvió como productora azucarera y de la que destacan en su arquitectura la bóveda de cañón prolongada, las arquerías, la casa de dos pisos y su terraza. En la actualidad este inmueble es conocido como Hacienda de la Luna, cuenta con dormitorios, jardines, alberca, entre otros servicios; y es utilizada como lugar de recreación y aprendizaje de grupos. Pero sin lugar a dudas la más importante, históricamente hablando es “La Hacienda de Chinameca” pues fue aquí donde fue asesinado el Caudillo del Sur, Emiliano Zapata. En la actualidad se puede ver el chacuaco con el lema "Tierra y Libertad", así como una estatua ecuestre del general en el portal que aún muestra las huellas del acribillamiento por órdenes del coronel Jesús Guajardo.
Pero el recorrido por Las Haciendas de Morelos aún no termina pues aún quedan inmuebles históricos que puedes visitar como “La Hacienda de San Antonio Coauixtla” que a fuerza de ser sinceros alcanzó su esplendor de producción azucarera en 1870, tras la incorporación de la máquina de vapor. Las tierras de esta hacienda fueron unas de las primeras afectadas por el reparto agrario tras la Revolución Mexicana. Aunque en la actualidad este edificio se encuentra abandonado aún se pueden ver restos de su casco y de la casa habitación; además suele ser utilizado como escenario de producciones de cine y televisión.
Al igual que la anterior “La Hacienda de San José Vista Hermosa” fue un importante productor de azúcar y granos. Asimismo, fue uno de los factores principales en la creación del cercano lago de Tequesquitengo. Durante la Revolución en 1910 quedó en ruinas y es hasta 1944 que particulares la adquirieron y tras una ardua restauración fue adaptada como hotel. Aún se conservan el chacuaco de la máquina de vapor que procesaba la vara dulce y los acueductos que la surtían de agua y que ahora cruzan la alberca.
Una hacienda que tiene mucha actividad hoy en día es “La Hacienda de Santa Cruz Vista Alegre” pues sus propietarios la han acondicionado para la realización de eventos especiales mediante la restauración de su capilla, bóvedas, casa grande, arquerías y salones. Además le han adicionado jardines, albercas y habitaciones. Y ya para terminar el recorrido por estos históricos y bellísimos sitios esta “La Ex hacienda de Jacinto Ixtoluca”, un lugar maravillosos donde el visitante va a descansar para liberar el stress disfrutando de amplios terrenos de campamento, albercas, descansar en habitaciones construidas en el siglo XVI y degustar de excelentes platillos de la región.
