México Lindo y Querido - Ciudad de México

Ciudad de México

Ciudades Coloniales de México
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Ciudades Coloniales de México

La Ciudad de México es una de las capitales más pobladas del mundo, además representa el centro político y cultural del país.

Se asienta en el extremo sur de la altiplanicie mexicana en una gran cuenca a 2,240 metros de altitud.

Rodeada por serranías boscosas al sur y por las nevadas cumbres del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl al este, su clima resulta agradable durante todo el año: templado, semiseco con un promedio de 15 grados centígrados. El corazón de la ciudad es la Plaza de la Constitución, conocida popularmente como el Zócalo. En su costado norte se yergue la Catedral Metropolitana cuya construcción duró tres siglos, razón por la cual representa una síntesis de los estilos arquitectónicos de ese periodo. Contiene en su interior estupendas obras de arte como el espléndido coro y el Altar de los Reyes, majestuosa expresión del barroco mexicano, al igual que la elaborada fachada de la iglesia del Sagrario que remata hacia el oriente el cuerpo del edificio catedralicio. En el costado oriente de la plaza, en el lugar que ocupaba el Palacio de Moctezuma, se encuentra el Palacio Nacional, sede del Gobierno Federal.

En el notable conjunto de edificaciones religiosas y civiles del Centro Histórico han sobrevivido muchas de las 57 plazas que llegó a tener la ciudad. La Plaza de Santo Domingo, con su portal de escribanos en un costado, el Templo Dominico a la cabeza y los antiguos edificios de la Inquisición y la Aduana a un lado, forman un espacio evocador. La Plaza de la Santa Veracruz junto a la hermosa Alameda Central tiene frente a la iglesia de la Santa Veracruz, barroca y de fina talla de piedra, la de San Juan de Dios, con su gran portada nicho con efecto de gran movimiento. En una esquina abre sus puertas al Museo Franz Mayer -alojado en un antiguo hospital- que exhibe una rica colección de platería, mueble y textil, entre otras artes decorativas. Se conservan numerosas iglesias, como la de Santa Teresa la Antigua, de fachada barroca y singular altar redondo de mármol; la de San Hipólito, de esbelta silueta con reminiscencias mudéjares; la de San Fernando, de exuberante portada barroca; la de La Profesa, de factura armoniosa y equilibrada; la de La Enseñanza, de las más bellas y originales con su portada de proporciones monumentales; la de San Francisco, ricamente ornamentada.

Son admirables los vestigios de antiguos conventos, como el de San Jerónimo, donde habitó la famosa poetisa Sor Juana Inés de la Cruz; el de La Merced, con su claustro de exquisita composición; el de San Diego, donde se ubica la magnífica Pinacoteca Virreinal; el ex convento de Santa Inés, donde se encuentra el Museo de Arte Pictórico José Luis Cuevas. Entre los edificios de carácter civil sobresalen los del antiguo colegio jesuita de San Ildefonso, magnífico conjunto barroco que fue recinto de la Universidad Nacional; el del antiguo Colegio de Cristo, de ornamentada fachada barroca; el Palacio de Iturbide, con su impresionante fachada y espléndido portón; la antigua casa de los Condes de Calimaya, de gran señorío, que alberga el Museo de la Ciudad de México.

Son también dignas de visitarse la antigua casa del Conde de la Cortina, de hierro forjado y notable portón; la del Conde de la Torre de Cossío, de friso bellamente ornamentado y la del Conde del Valle de Orizaba, conocida como la Casa de los Azulejos. Los antiguos poblados coloniales, como Coyoacán, Tlalpan y San Ángel, son dignos de visitarse por sus señoriales plazas, iglesias y museos.

En estos y otros lugares es posible adquirir una gran diversidad de artesanías y obras de arte, así como asistir a numerosos espectáculos de muy diverso tipo y disfrutar de una variadísima gastronomía.