Llamada Cuzamil por los antiguos mayas y que significa "tierra de golondrinas". Es la isla habitada más grande de México y un lugar verdaderamente paradisíaco.
Por sus aguas transparentes y cristalinas, donde se pueden practicar el buceo, la natación y otros deportes acuáticos; por sus playas de blanca arena, en las que abundan las conchas marinas, los caracoles y las tortugas; por su estupenda estructura de servicios turísticos y, sobre todo, por su gente amable, este bellísimo lugar es enormemente atractivo.
Una buena idea puede ser rentar un auto o, si se tiene espíritu aventurero, un jeep o una motocicleta para poder salvar fácilmente el monte y las brechas. Y si quieres vivir el sabroso ambiente isleño te recomendamos caminar pausadamente por el pueblo, que combina lo moderno y lujoso con la serena tradición popular. Al norte de la isla se encuentran varias zonas arqueológicas, entre ellas Aguada Grande, junto al Faro de Punta Molas. Más al sur se encuentra San Gervasio, la zona arqueológica más importante de la isla, que cuenta con varias edificaciones, plazas y sacbés, que en maya significa "Caminos Blancos".
En el extremo sur de la isla te espera Punta Celarain, con su faro desde cuya cima tendrás una vista indescriptible de Playa Encantada. A 4 Km. del lugar se encuentra la zona arqueológica de El Caracol, probablemente un observatorio maya.
Y no olvides visitar otras playas, como San Juan, Tanún, Santa Pilar - donde también hay una zona arqueológica-, Chen Río y Punta Morena. Además de que la población cuenta con su museo en el cual se muestra una síntesis de la historia de la isla.
